
"estamos diseñando para
el mundo entero"
felipe falla - cofundador
nUESTRA Historia
Desde entonces. todo comenzó a finales de 2013… o al menos de manera oficial. Como todo viaje transformador, sus orígenes yacen entre esas inspiraciones, sensibilidades, y —por supuesto— convenientes casualidades que se recogen trazando la vida.
La verdad, se podría decir que el sueño nació mucho antes, tomando forma inadvertidamente mientras dos soñadores crecían, y que cada fibra hoy es reminiscente del fluir de una melodía a orillas de un formidable caudal que los hizo vibrar.
¿Quiénes eran los soñadores en cuestión? Felipe y Sebastián Falla. Se trata de dos hermanos. Jóvenes, sensibles, audaces, conectados con su mundo y su generación; sentían un llamado a crear. No crear porque sí, sino más bien pensando “¿por qué no?”, de esa manera en que responden aquellas personalidades que ven en cada nuevo proyecto una oportunidad para plasmar su ser y generar un impacto positivo. Para ellos era perfectamente claro: tal como el acorde justo resuelve la progresión, la nota elusiva intriga el paladar, y la luz tiñe de eternidad un instante, de esa misma manera el vestir tiene el poder de marcar la esencia. Cuando de ropa se trata, y por inconsciente que parezca, hasta la más pequeña de todas es una decisión reveladora.
Así, transformando poco a poco el estilo de una sociedad podían iniciar una reacción en cadena que terminaría por redefinir su forma de ver el mundo.
Pronto las ideas se plasmaron en papel, y tras unos cuantos bocetos, los trazos se materializaron en paño. Poéticamente, esta identidad que buscaban capturar tuvo inicios en un abrigo (o más bien varios). Ese caparazón que al protegernos de los elementos nos expone ante el mundo diciendo “aquí estoy”, esa prenda que nos hace desear días nublados y ventiscas, o nos tiene dispuestos a portarla así nos asemos a rayo de sol, fue el inicio de Whitman. Así, el ímpetu creativo, tras satisfacer años de ilusión, se fue afinando en un fluir de coherentes complementos que han ido cimentando la marca. Chaquetas, camisas, pantalones, zapatos, un propio taller de sastrería de la más alta calidad y más han ido hilando los años para tejer tradiciones y raíces con visión y convicción, vistiendo cada vez más colombianos con su elegancia relajada.
El sueño hoy ahorma más que figuras y formas, abriga con fuerza y suavidad momentos para que se queden con nosotros, e impregna almas, como una fragancia —fugaz pero contundente—, con su esencia.
EL nOMBRE
Para quienes se lo preguntan, el nombre de la marca no fue tanto ideado como lo fue hallado. Para toda empresa es de por sí una gran fortuna encontrar una palabra que evoque sus valores de manera tan magistral —ni hablar de una que además lo haga con tan perfecta musicalidad—. El nombre que se lee en puntadas, tallado y grabado en cada prenda pertenece al afamado poeta, the man, Walt Whitman.
Aunque este hombre de letras nació en el estado de Nueva York en el año 1819, a juzgar por la esencia de su obra, fácilmente podía haberse tratado del 2019. Durante su vida, Walt Whitman brindó con su poesía vislumbres de un idealismo que reverbera con los principios a los que nuevas generaciones se adhieren apasionadamente el día de hoy.
Desde su entrega a la comunidad como profesor y voluntario asistiendo heridos de guerra en su juventud, hasta su oposición a la esclavitud y su firme creencia de que ninguna fe estaba por encima de otra,
Whitman, más que escribir, vivió por el ideal de una hermandad universal.
Con su verso libre y desestructurado rompió las convenciones poéticas y sociales de la época atreviéndose a abordar temáticas impensables para muchos, cuestionando el valor social de saberes heredados, y ejerciendo la más humana de las virtudes en su creación: la empatía. Tal vez la más pura de todas sus posturas siempre fue su fe en la bondad inherente de la humanidad.
La manera en que exploró y exaltó la sensibilidad, la admiración por la naturaleza, la sensualidad humana, el valor de la diversidad en la construcción de la unión, el criterio para revaluar la sociedad, y el idealismo por un mundo mejor, le permitió realmente construirlo. En su filosofía podemos hallar todo lo que un hombre moderno requiere — y requerirá siempre— para atreverse a cambiar el mundo… Es sin duda el nombre perfecto para una marca que busca brindarle a ese hombre todo lo que necesita para salir a hacerlo.


mood
Lo que a simple vista podría parecer tan solo la intención de vestir hombres se trata en realidad del sueño de construir —o, más bien, confeccionar— una mejor sociedad.
Más allá de una filosofía, es una convicción. Razón por la cual buscamos tejer en cada acción y proceso nuestro compromiso con un mundo más empático, justo y sostenible.
Desde nuestra comunicación y ética de trabajo, revestimos un claro mensaje de tolerancia, sensibilidad y autenticidad.
Nos sumamos al programa Al ComPAZ para llevar con arte las melodías de una mejor calidad de vida a cada vez más jóvenes colombianos.
Nuestra talentosa y experta mano de obra 100% colombiana transforma paños peruanos, italianos e ingleses en versátiles y cómodas piezas de una esencia impecable y sofisticada.
¿De qué sirve el estilo atemporal si apenas dura un rato? Nuestros servicios de mantenimiento gratuito garantizan calidad que perdura en piezas que acompañan los años.
Entre algodones regenerados y poliéster reciclado tomamos menos para ofrecer más. Los botones biodegradables en semilla de tagua cierran con sutil contundencia este gran compromiso.
Sabiendo de dónde venimos tenemos una idea clara de a dónde queremos llegar. Whitman se mantiene, ante todo, fiel a su esencia, a su visión y a su gente.


